viernes, 11 de enero de 2013

Que si templáis de esta pena...


Que si templáis de esta pena
me librareis de congojas,
! limpiad mis huesos malditos ¡
libradme de esta condena,
de los despojos del cuerpo
tendréis vuestras panzas llenas.

Que a mi la luz de mi alma
me arribara a otras veredas,
ya limpio de sacrilegios
enmendado de conciencia,
vañado en el oro puro
frente a las puertas del Cielo
esperare mi sentencia.
 2 de enero a la(s) 15:31

  • David Botía Mil cánticos fueron la pena
    tu corazón, mi cadena,
    miel que guardo en la alacena
    reina de esta, tu colmena.

    Soy agradecido templario
    que se alimenta de esta condena,
    pues nadie osará turbar tu melena
    y caliente tendrás siempre la cena
    porque eres de mi escudo el lema
    y de mi tumba, serás epitafio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario